martes, 31 de diciembre de 2013

Réquiem por los derechos caídos

Ya hemos arrancado la última hoja del calendario. No hay vuelta atrás. El 2013 se cierra con un enorme crespón negro. Y los penitentes, todos los ciudadanos de a pié, podemos llorar el luto, actuar, o permitir que continúe el genocidio de los derechos más elementales -por los que murieron nuestros antepasados-. 

Somos parte de un pueblo inapetente, cansado, nómada, doblegado -como el mimbre-, que no alza la voz, que muere estando muerto, que no lucha, y que se deja arrastrar por el viento del norte. Así es España, y sus españolitos y españolitas.

Este año acabado no ha sido un año de “recortes” – válgase la expresión políticamente incorrecta-. Ha sido un año de asesinatos impunes que se han cometido a la luz del día, ante nuestros ojos. Sanidad, Educación, Justicia, Trabajo… Una multitud de reformas legislativas que fusilan contra el paredón lo que un día llamamos “derechos sociales”.

Un ejército compuesto por más de 60 leyes aprobadas –más de 40 a golpe de “decretazo”- ha protagonizado los titulares de los telediarios. Como bandera, la ya más que obsoleta expresión “tiempos difíciles”. Como respuesta: resignación. No me lo puedo creer. Este año supone el mayor retroceso humanístico de la historia española.

Subidas de impuestos antisociales; paro desorbitado y creciente, gracias a las políticas de destrucción de empleo; disminución camuflada de las pensiones; derechos laborales como punto de diana –nuevamente-; el asesinato con alevosía del contrato de relevo; clasismo retrógrado, con la Ley de Educación; privatización de los servicios públicos, con la Ley de Seguridad Ciudadana; corrupción engañosamente paliada por la Ley de Transparencia; alejamiento de la Administración y el ciudadano, con la Ley de la Administración Local; parálisis económica global, con los nuevos presupuestos del Estado… Son tantos los fusiles que arrancan de la realidad nuestro soñado “Estado de bienestar” que me resulta imposible plasmarlos todos en un sencillo artículo.

Pero no os preocupéis, que el 2014 no será menos intenso. De momento, ya os adelanto que promete: se aproxima el mayor retroceso de la libertad de la mujer con la nueva Ley del Aborto.

Y suma y sigue. Tremendo. Brutal. Sin palabras.


Feliz 2014. Se aproxima decretazo a punta de pistola. Tiempos locos. 

2 comentarios:

  1. Hola Susana, me has encantado con tu filosofía y expresión gramatical, llena de matices . Darte la enhorabuena es poco . Deberías de escribir un libro y seguir machacando a la tanda de vergüenzas que tenemos por políticos. Te animo a que te introduzcas en re mundo

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  2. Esto de escribirte con el móvil no es decente . No sale correctamente. Quería decir sin vergüenzas . Aunque me imagino que lo has entendido

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